imágen tomada de la web
A través de ellos Dios se refleja.
Benditos, pequeñitos, dulces y desesperados.
Tiernos, con su mirada triste y muchos con su pancita vacía.
Mas... su corazón está henchido. Ellos esperan y su confianza resplandece a flor de piel, con cada ser que se aproxima y los sostiene con esperanza y fe.
Ellos divinos son la paloma de paz en el mundo, ángeles en la tierra.
Cuidemos de nuestros niños!!!!.
Dios nos lo ha encomendado.
No nos quedemos callados, oremos ante tanto abandono crimen y violencia
y desamor, indiferencia, crueldad de ¡lesa humanidad!
¡Adelante!... luchemos por ellos. Los niños son ¡TODO! Por una vida mejor, en calidad y calidez.
Apadrinemos a un niño desolado, acariciemos esos ojitos desamparados, ofrezcamos pan y... dedicación en grandes fracciones de amor.
Prof. Psicóloga Clínica
Amalia I. Paccié Amador